Este verano he estado en Cerdeña. Desafortunadamente hoy es noticia por haber sufrido un tifón que ha provocado varios muertos y heridos, pero Costa Esmeralda es un lugar en el que los Bentley acampan a sus anchas, las tablets inundan las playas, el estilo es increíble, hasta en los niños, y la seguridad es absoluta. Nos encantó.
Parte del gran recuerdo que nos llevamos del lugar fue un acontecimiento que con seguridad no fue casual: en la playa, Senegaleses la inundan igual que los turistas, ofreciéndote bolsos, bisutería, ropa gafas y mucha mercadería.
Tras varios días allí la casualidad, y creo el destino, nos hizo hablar con una Senegalesa que apenas hablaba castellano. Al comentarle de dónde éramos, le produjo casi un vahído y ojos que se llenaban de lágrimas. Su hijo y marido viven en la misma ciudad y se dedican a vender en mercadillos. La relación continúa…
Entre el parloteo, en un idioma mezcla de castellano, inglés y francés, ella nos dijo: Aquí la gente nos compra copias de Gucci y Prada. En España sólo quieren Tous y Bimba y Lola.
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Por ese entonces yo ya me había percatado de una cosa: los bolsos Bimba y Lola han inundado las calles. En mujeres de 20 y de 60, bien vestidas o en chándal, con posibles y aparentemente con menos posibles.
Y ahora, que los mercadillos ya no son tan indiferentes para mí, he hallado el quid de la cuestión: Las mantas sobre el suelo, encantadores senegaleses con sonrisas impolutas y sus Bimba y Lola de todos los colores con sus copias inmundas con poca conciencia.
¿Cómo es esto posible? ¿Por qué no se toman medidas por ello? Le pregunto a la firma y a las autoridades.
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¿Qué gusto da el lucir una copia? (que a quienes entiendan o se preocupen un poco, canta a kilómetros ) Uno de los principales motivos de que existan las grandes firmas de moda es el factor emocional y psicológico: no nos engañemos, una mujer no se siente igual, se sienta igual y camina igual luciendo un vestido Gucci que un Zara o una copia de un Gucci (de ahí que las alfombras rojas las copen estas firmas)
¿Y qué importa un logo si el bolso es feo? Y lo que es peor, falso.
El resultado no tiene solución: bolsos que han perdido su estatus, mujeres falsas por todos los lados, una empresa a la que pueden llevar a la ruina y unas autoridades que no hacen nada.
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Ellos no es que se libren, las cosas como son. Pero una cosa es copiar un diseño, mal también, y otra vender una firma falsa, con un logo falso y que el dinero se lo lleve una mafia que al senegalés querido le da dos céntimos. Y encima tú, con alguna avezada amiga, clienta o familiar, quedas de falsa si te pillan. Y tu Prada que te costó 800 euros, también y para siempre.
Feliz día